Con el tiempo que hacía, apetecía salir a pasear y disfrutar de los árboles y de la buena compañía. Quedé con una amiga y nos fuimos a un parque para charlar de nuestras cosas y relajarnos un poco. Incluso nos dimos la mano y al encontrar un banco, nos sentamos a descansar un poco. Lo que seguramente no estaba en nuestros planes es lo que vino después, ya que nos pusimos muy cachondas y al final, no pudimos resistirnos a comernos los coños mutuamente y masturbarnos con la ayuda de un juguete sexual.