Lejos de ser un hombre celoso, la verdad es que yo mismo y mi esposa gorda somos muy liberales. Tanto es así, que accedí a que ella pudiese disfrutar de sexo con otro hombre, mientras yo lo grababa todo con mi cámara. Logré contactar con un chico mulato y le invité a casa, donde mi señora pudo saborear una polla negra por primera vez. Así que mientras el tipo perforaba el coño de mi mujer, yo lo grababa todo y conseguía un vídeo casero muy morboso.